Piramides:
Simbolismo
La forma piramidal ha fascinado al hombre desde
siempre, hasta el punto de que se ha acuñado el término piramidología para
referirse al conjunto de creencias pseudocientíficas que dotan a las pirámides,
o por extensión a la forma piramidal, de poderes místicos o sobrenaturales.
Quizás por ser las más antiguas y geométricas, las
pirámides egipcias han gozado de mayor popularidad simbólica, y muy
especialmente la pirámide de Keops, que sin duda debió causar sensación con sus
146 metros de altura y su recubrimiento de lisa piedra caliza coronado con un
piramidión de oro,4 refulgiendo en la planicie desértica.
Antecedentes
La mastaba, prismática, era la sepultura de los
soberanos del período arcaico de Egipto. Las razones del paso de las mastabas a
las pirámides no se conocen bien, pero se menciona generalmente el deseo de
alcanzar alturas cada vez más significativas para manifestar la importancia y
el poder del faraón difunto.
Mastaba
Restos de una mastaba en Guiza.
Una mastaba (voz árabe que significa banco) es la
edificación funeraria del Antiguo Egipto, con forma troncopiramidal, de base
rectangular. Las más suntuosas, como la erigida por el faraón Shepseskaf,
llegaron a tener casi veinte metros de altura.
Aunque no se sabe cómo las llamaban los antiguos
egipcios, los árabes las denominaron mastaba, ya que se parecían a los bancos
locales, nombre que adoptaron los primeros europeos que exploraron dichas
construcciones. Las más antiguas se datan durante las primeras dinastías.
Construcción
Aunque esencialmente las pirámides consistían en
"simples" apilamientos de piedra, requirieron un enorme esfuerzo,
habilidad, ingenio y capacidad organizativa para su construcción. A pesar de
que algunas civilizaciones que construyeron estos monumentos conocían el arco
de descarga (como la egipcia), emplearon preferentemente estructuras
adinteladas. Sin embargo, los grandes dinteles de piedra eran incapaces de
soportar las tremendas presiones ejercidas sobre ellos sin fracturarse, de modo
que para abrir estancias y pasillos interiores recurrieron a la técnica de la
falsa bóveda, consistente en ir aproximando ligeramente de forma escalonada las
hiladas de los muros, hasta conseguir un efecto similar al de un arco apuntado,
pero con dovelas horizontales.
Los recubrimientos exteriores de estos edificios
variaron mucho de unas culturas y épocas a otras, encontrándose desde
revestimientos de piedra caliza hasta estucos.
El proceso de tallado de las piedras era
extremadamente lento, ya que éstas solían ser piedras duras (tipo granítico).
Para trabajarlas se utilizaron herramientas de bronce y sílex, y el pulimentado
se conseguía mediante frotado con el propio polvo de las piedras o con
abrasivos más duros como el polvo de cuarcita.2
La ausencia de documentos ha imposibilitado conocer
los métodos constructivos empleados en las pirámides antiguas, pero no hay
constancia del empleo de la rueda, por lo que las teorías más aceptadas
especulan con rampas o espirales exteriores3 sobre las que se irían deslizando
los bloques mediante palancas.4
Sólo a partir del siglo XX, tras la popularización
del acero y el vidrio como materiales de construcción, los arquitectos han
vuelto a incorporar la pirámide a su repertorio formal.
Foto de plano transversal
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Las pirámides de Gizeh en Egipto
Las Pirámides de Gizah son una de las obras del
hombres más emblemáticas y aún misteriosas que se erigen sobre el planeta. Las
pirámides nos recuerdan de ese pasado milenario del que mucho sabemos, pero no
tanto.
“Todo el mundo le teme al tiempo, pero el tiempo le
teme a las Pirámides”
Presencia conmovedora…
La llegada a Gizah es un espectáculo que cautiva a
cualquier turista. Allí, parados frente a tres enormes pirámides, frente a la
esfinge, no podemos no sentirnos conmovidos.
No es de extrañar la fascinación de Herodoto, quien
felicitó en su trabajo a Keops pues había dejado tras de sí toda una obra
colosal; o de Diodoro, uno de los famosos historiadores de la Antigüedad, o de
personajes más modernos como el propio Napoleón Bonaparte.
Las Pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, son hoy
día, una visita icónica, no sólo en Egipto, sino en el mundo entero. Durante
muchos años fue considerada una de las Siete Maravillas del mundo, y la única
entre ellas que seguía en pie. Si bien no fue seleccionada entre las nuevas
Maravillas, para nosotros nunca dejará de serlo.
Las pirámides…
Gizah es el nombre que se le da a la meseta, de casi
dos mil metros cuadrados, de la necrópolis de El Cairo. Allí se levantan
majestuosas las tres pirámides más imponentes de Egipto: la de Keops, la de
Kefrén y la de Micerinos. Junto a ellas, contemplando el paso del tiempo, la
enigmática Esfinge todo lo observa. Junto a la pirámide de Micerinos se erigen
otras tres pequeñas pirámides se sitúan alrededor (se cree que dedicadas a las
esposas o hijos del faraón).
La pirámide de Keops
Imhotep fue el famoso arquitecto que levantó la que
sería la primer pirámide que se conoce: la de Zóser, en Sakkara, muy cerca del
Cairo.
Pyramide_Kheops
Menos de dos siglos después, el faraón Keops encargó
la construcción de una pirámide donde ser enterrado. Gracias a Herodoto,
podemos saber el tiempo que duró su construcción, 20 años, y el modo en que se
hizo. Esta pirámide es la más grande de las tres. Originariamente, medía 146
metros de altura, pero hoy día, sólo alcanza los 137 metros. Además, ha perdido
todo el revestimiento exterior que tenía, de modo que los bloques de piedra han
quedado a la vista (se suponía que la punta, al menos, estaba cubierta de
¡oro!).
Y si espectacular es por fuera, entrar en ella es
algo sobrecogedor: la sensación de claustrofobia, la oscuridad, el olor, la
estrechez de los pasillos que llevan hasta las tres cámaras que pueden
visitarse (aunque hay muchas otras inaccesibles y otras aún inexploradas).
La pirámide de Kefrén
A primera vista parece la más alta de las tres, pues
ha sido construida sobre una porción de terreno que se encuentra a un nivel más
elevado. Es, además, la única que mantiene su capa de revestimiento exterior.
Interiormente es mucho más simple que la de Keops
pues sólo consta de una cámara en la que inicialmente se encontró un sarcófago
de granito negro. Sin embargo, cuenta también con un complejo funerario y una
calzada con columnas que lo conduce directamente hasta la explanada en donde se
encuentra la Esfinge. Está datada en el siglo XXVI a.C.
piramide jafra
La pirámide de Micerinos
Es la más pequeña con sus 66 metros de altura. Su
cámara funeraria encerraba un sarcófago de basalto adornado con un motivo que
estaba muy en boga en el Antiguo Imperio Egipcio.
Desgraciadamente, el buque que transportaba dicho
sarcófago se hundió frente a las costas portuguesas cuando era trasladado a
Inglaterra. Al lado de esta pirámide hay tres pirámides satélites, entre la que
se cuenta la dedicada a la esposa del faraón Kharmer Nethi II.
La Gran Esfinge
La silueta de la Esfinge impresiona. No en vano, su
nombre deriva del árabe Abu-el-Hol, “padre del terror”. Con sus 73 metros de
longitud, representa a un león con cabeza humana.
esfinge giza
Fue construida, probablemente, durante la dinastía
IV (siglo XXVI a.C.) y se cree que la imagen de su cara es la del faraón
Kefrén, quien vigilaba así su propia tumba.
Al principio, la Esfinge era conocida con el nombre
de Hor-em Akhet (Horus está al Horizonte), que los griegos tradujeron a
Harmakis. Durante los siglos, la Esfinge se ha ido enterrando en la arena por
la acción del tiempo, quedando solamente libre, a la vista de todos, su rostro.
Fue Tutmosis IV, quien en un sueño recibió la orden del dios Harmakis de
desenterrarla por primera vez.
Desgraciadamente, la Esfinge sufrió terribles
desperfectos en su cara cuando los mamelucos la usaron como diana para sus
disparos.
Y para finalizar, un consejo: no dejéis de ver el espectáculo
de luz y sonido que cada día se realiza en la explanada de Gizah. a pesar de la
gran cantidad de turistas, os dejará asombrados. Aquí os compartimos un video.
JOSÉ LULL - Los
antiguos egipcios creían que antes de que existiese el universo el
caos se manifestaba en un océano primordial llamado nun.
En él se hallaba la esencia de Atum, el dios
creador, cuyo primer acto fue constituirse a sí mismo. Fue entonces cuando del
océano emergió el benbén,
la colina primigenia, el primer pedazo de tierra. La colina quedó rodeada por
el nun, y en su cima se posó un halcón, símbolo del dios solar que
ahora iluminaba todo lo creado. En sí mismo, el origen del universo es una demostración de la victoria del orden sobre
el caos, un tema muy recurrente en la simbología egipcia.
El templo egipcio, como lugar
sagrado donde el orden debe imperar, asimiló su estructura y características
arquitectónicas principales a la forma de ese universo recién creado
convirtiéndose, por tanto, en su reflejo en la tierra.
Muro en ondas de un templo egipcio
Todos los templos egipcios están
cercados por un alto y ancho muro de adobe. En eltemplo
de Karnak este muro define un área de casi 300.000 m2. Lo curioso de estos muros es que en muchas
ocasiones no se hacían con hiladas horizontales sino formando ondas,
dificultando una construcción en principio simple. Lo que pretendían con estas
ondas era mostrar las aguas del nun, indicando con ello que éstas,
símbolo del caos, quedaban ahí y no tenían cabida en el espacio sagrado.
Pilono del templo de-Ramsés III en Medinet Habu
La entrada a los
templos se realizaba a través de un pilono, una puerta
monumental con dos torres laterales. El pilono se asemeja al akhet, las
colinasorientales por las que el Sol emerge cada mañana, y en su decoración
no falta la representación del faraón aniquilando a sus enemigos, nueva
victoria del orden sobre el caos.
Tras el pilono, los
templos egipcios poseen un patio a cielo descubiertodonde lo que se
pretende es que el dios solar irradie con todo su esplendor;
por ello a ese patio se le llama “el lugar donde Apophis (el
enemigo caótico del Sol) es derrotado”.
Sala hipóstila de Karnak
La siguiente
estructura, en la planta típica de un templo egipcio, es lasala
hipóstila, un auténtico bosque de columnas que intenta
simbolizar el cañaveral que rodeaba la mítica colina primordial. En Karnak, esta sala dispone de 134
columnas. De éstas, las 12 centrales, de 21 metros de altura,
tienen capiteles abiertos ya que, al contrario de las demás, sólo ellas
recibían luz a través de las ventanas.
El naos del dios, cima de la colina primordial
Según avanzamos por el templo vamos ascendiendo progresivamente en altura a
través de rampas y escalones, de igual modo que lo haríamos al subir
hacia la cima de la colina primordial. El punto más elevado del suelo del
templo se alcanza donde se sitúa el naos del sancta sanctorum, el
lugar donde reside el dios. Aquí estamos en la cima de la colina donde se posó
el sagrado halcón. Por ello, el techo es más bajo en esta sala, pues en ella,
al estar en la cima de la colina también estamos más cerca del cielo.
Esquema resumen de la nomenclatura del templo
griego. En este caso un templo en doble anta, períptero (con columnas
alrededor) y hexástilo (seis columnas al frente).
Los templos griegos se situaban en la zona sagrada
de las ciudades-estados, junto a los santuarios. Se localizaban
en un lugar diferente al teatro y a la zona civil, donde se encontraba
el ágora. En este recinto sagrado o témenos se rendía
culto a los dioses, las ceremonias y los peregrinajes. También podía
albergar construcciones de uso práctico, como los «tesoros» (thesàuroi),
que guardaban los regalos
votivos – preciosos o incluso de terracota – ofrecidos
por la ciudad o por simples ciudadanos, salas para los banquetes (hestiatòria)
y pórticos (stoai).
La entrada a la zona sagrada podía estar protegida por lospropileos.
El auténtico edificio era para los griegos la casa
del dios (oikos),
ubicada en la cella (naos). Es conocido ahora como «nave». Esta albergaba la estatua de
la divinidad, y el sacerdote era el único que tenía acceso. El
culto se desarrollaba sobre un altaralzado
frente al templo, pero siempre dentro del témenos.
La mayor parte de los templos griegos estaban
orientados astronómicamente.1 El templo
griego se orienta siempre este-oeste, con la entrada hacia el este. En esta
peculiaridad se diferencia claramente de los templos romanos que, en lugar de
ello, suelen orientarse norte-sur, puestos en lo alto de un podio al que se
accede mediante una amplia escalinata al sur.
El crepidoma o krepis es
la plataforma del templo, en ella el estilóbato es una
base sobre el cual descansan los templos griegos, a partir de él se elevan las
columnas y a su vez descansa en los estereóbatos, que son los escalones que dan
altura al templo (cuyo número cambia dependiendo del orden del templo). El templo griego se diferencia de
los posteriores templos romanos en que el griego no se eleva respecto al nivel
del suelo sobre un alto podio, contando sólo con escalinatas en cada extremo
(los estereóbatos).
Aunque los griegos conocían el arco utilizaban una arquitectura arquitrabada o
adintelada con cubierta a dos aguas, por lo que en los lados menores de las
fachadas formaban un triángulollamado frontón. El espacio interior del frontón se llama tímpano y solía decorarse con esculturas.
En los templos griegos podían existir paredes en
ocasiones, tales paredes podían estar formadas por pilastras o ser
separaciones solo inducidas por la presencia de columnas. La disposición de las columnas
determina la clasificación de los tipos de planta del templo griego, que ha sido transmitida
por Vitruvio (De
architectura, 3,2):
Tipología de los templos griegos.
- templo in antis: sobre la fachada se presentan dos columnas entre dos tramos de muro (ante) que prolongan por delante las paredes laterales de la cella o naos;
- anfitemplo «in antia» (o doblemente in antis; o en doble antis): es un templum in antis con el opistodomo en la parte diametralmente opuesta respecto al pronaos;
- templo próstilo: el frente de la cella presenta enfrente una columnata (prostòon);
- templo anfipróstilo: con columnata delante y atrás de la cella.
- templo díptero: el pórtico cuadrangular (peristilo) presenta, también en los lados largos, una doble fila de columnas.
- templo pseudodíptero: el peristilo presenta una sola fila de columnas, pero puesta a doble distancia respecto a los muros de la cella, es decir cuando el templo está rodeado por una columnata de amplitud de dos intercolumnios.
- templo períptero: la columnata (ptèron) rodea los cuatro lados de la cella creando un pórtico cuadrangular (peristilo).
- templo pseudoperíptero: con columnas adosadas en los lados como semicolumnas o pilastras en los muros externos de la cella que podía de este modo ser realizada con mayor amplitud; tuvo una notable difusión en la época helenística y luego en la romana; esta última tipología fue citada por Vitruvio (De architectura, 4,8,6) entre las que consideraba anómalas. Vitruvio por otro lado no menciona la tipología del templo privado totalmente de columnata externa (oikos), que en su época estaba ya desapareciendo. Al templo sin columnas que lo rodeasen se le llama astilo.
- templo monóptero: cuando el templete tiene una forma circular y carece de cella.
- templo a tholos (o monóptero-períptero): cuando el templete circular está provisto de cella.
También se cita el templo hípetro (hypaethros), en
el cual, por las dimensiones colosales que hacían imposible realizar la
cubierta, la cella (o su nave central) resultaba descubierta, carente de
techo.
El espacio frente a la entrada a la cella toma el
nombre de pronaos o prodromos, y normalmente estaba
delimitado por columnas. El opistodomo era el
espacio opuesto al pronaos en la parte trasera de la cella y podía o no tener
comunicación con la naos. Cuando había otro espacio en la parte trasera de la
cella (característica sobre todo de los templos dóricos en Sicilia), se habla
entonces de adyton.
El templo griego difiere de su equivalente romano en que
la columnata forma con mayor frecuencia un peristilo alrededor
de toda la estructura y no un mero porche en el
frente. Según el número de las columnas presentes en la fachada del templo,
este es definido como:
- áptero: sin columnas.
- dístilo: con dos columnas en el frente.
- tetrástilo: con cuatro columnas en el frente.
- hexástilo: con seis columnas; la mayoría de los templos griegos clásicos eran hexástilos.
- octástilo: con ocho columnas; un ejemplo es el Partenón.
- decástilo: con diez columnas.
- dodecástilo: con doce columnas.
Raro es el caso de un número de columnas impar que
es un signo de arcaicidad como en el templo «enástilo» de Hera en Paestum o el
«pentástilo» templo de Apolo en Termón, del siglo VII
a. C. El
número de las columnas laterales es proporcionado al de las columnas de la
fachada, y puede ser igual al doble, el doble + 1, o el doble + 2: por ejemplo
un templo hexástilo podía tener doce, o más frecuentemente trece o catorce
columnas en los lados largos; raramente quince o dieciséis.
Las columnatas se edificaban utilizando el sistema
trilítico, esto es, «a tres piedras»: dos sostenes verticales
y un elemento horizontal, que cubre el espacio entre las dos. A partir de esto
se elaboran los diversos órdenes arquitectónicos, caracterizados por precisas
relaciones de proporción entre los diversos elementos que lo componen. La columna, formada por capitel, fuste y
eventualmente basa, tiene en lo alto un entablamento, compuesto
por arquitrabe, friso y cornisa. Sobre los
lados cortos, fachada anterior y posterior, el techo a dos aguas determina la
presencia de un frontón, sobre el cual a su vez se apoyan – en los ángulos
y en el vértice – esculturas decorativas generalmente en terracota pintada,
las acroteras.
El templo griego se diseñaba y construía siguiendo
normas firmes, cuyos puntos de referencia clave eran el diámetro inferior de
las columnas o las medidas de los cimientos. El módulo era el diámetro del
fuste de la columna en su base. A partir de esta unidad de medida se
determinaba el tamaño de las columnas.2 El templo
griego se diseñaba y construía siguiendo normas firmes, cuyos puntos de
referencia clave eran el diámetro inferior de las columnas o las medidas de los
cimientos. El módulo era el diámetro del fuste de la columna en su base. A
partir de esta unidad de medida se determinaba el tamaño de las columnas.2
En cuanto a los materiales usados, se usó al
principio el «poros», que podía ser un conglomerado o piedra
arenisca. Ejemplo del uso de poros es el templo de Zeus en Olimpia, actualmente en
ruinas. Luego se usó caliza dura. El mármol no se usó
hasta mediados del siglo V a.
C.,
pues ofrecía dificultades para trabajarlo. Mármol se empleó en el Partenón y en
el templo de Apolo en Delfos.3
Los refinamientos estéticos se separaban de la
rigidez casi matemática de los principios de diseño. Contrariamente a lo que
sigue creyéndose popularmente, los templos griegos estaban pintados con colores
vivos (en rojo, azul y blanco). La policromía hacía resaltar el templo sobre el
paisaje. La decoración de figuras era extremadamente rica, con relieves y estatuas
en las metopas situadas alternandose con los triglifos en el friso justo abajo
del frontón.
En unos pocos siglos los griegos desarrollaron sus
templos desde pequeños edificios de adobe de los
siglo IX y VIII a. C. hasta
monumentales edificios con dobles salas de columnas del siglo
VI a. C., que alcanzaban fácilmente los 20 m de altura
sin contar el tejado.
Orígenes[editar ·
Según Vitruvio (De
architectura, 2,1,3) la estructura del templo griego procede de los
antiguos edificios de arcilla y vigas de madera, inicialmente usados como habitación,
cuya planta parece estar caracterizada por un acabado curvo, sustituida sólo a
finales del siglo VIII
a. C. por
plantas rectangulares.
Uno de los más antiguos ejemplos precedentes de las
estructuras de templos está representado por una monumental tumba de Lefkandi, en la
isla de Eubea, que se remonta a los inicios delsiglo X a.
C. Se
trataba de un edificio de planta estrecha y alargada (10 x 45 m), rematada al
fondo por un ábside, con paredes de arcilla y maderas protegidas por un amplio
techo. El techo sobresalía por encima de las paredes, sostenido por una fila de
67 apoyos de madera exentos, que son el primer ejemplo de un peristilo. El edificio,
subdividido internamente en tres vanos, fue utilizado para la rica sepultura de
una pareja real y constituía quizás un heroon (esto es
tumba-santuario de un jefe, considerado como un protector divino).4
Otro ejemplo más reciente es la Cabaña de la
playa de Eretria, una
estructura descubierta bajo el templo de Apolo Dafnéforo, con longitud de 35 m,
aún rematado en ábside y con el techo sostenido por una fila de apoyos
centrales, que se remonta a finales del siglo VIII
a. C. Las
últimas investigaciones han puesto en duda la función sagrada del Dafneforio de
Eretria, viendo en él la morada de un wanax (soberano) local,
en el interior de la cual se desarrollaban las prácticas rituales realizadas
por el jefe de la comunidad.
Un templo períptero dedicado a Artemisa, con el prónaos
de planta semicircular con columnas de madera, ha sido recientemente
descubierto cerca de Patrás (en
Ano Mazaraki).5
Mientras en la Grecia continental
parece haberse difundido la planta de ábside, en Creta se
encuentran en el siglo VII
a. C. edificios
de planta rectangular y con cubierta plana: entre los ejemplos más destacados
está el templo A de Prinias (en
torno al 625-620 a. C.), que carece de
órdenes arquitectónicos y con decoraciones esculpidas, en el cual la presencia
de un fuego interno recuerda la estructura micénica del megaron.6 En Asia Menor se
erigieron a partir del siglo VIII
a. C. los
grandes templos de Samos y de Eretria.
El templo de Istmia, construido en la primera mitad del siglo VII
a. C. y
sede desde el año 582 a. C. de
los Juegos Ístmicos en honor a Poseidón, presenta una
cella menos alargada (1:4) y unperistilo de 7 x 18
columnas. Los muros de la cella estaban construidos en opus
quadratum con bloques regulares de piedra caliza. La
cubierta del techo con tejas en terracota hizo necesaria la sustitución de los
simples postes usados como apoyo con columnas. La cella estaba subdividida en
el interior en dos naves por una fila de apoyos centrales. El uso de las tejas
aún está atestiguado en el curso del mismo siglo en los santuarios de Peracora y
de Delfos.
El templo del santuario de Apolo en Termo, en Etolia (alrededor
del año 625 a. C., precedido por edificios más antiguos con planta
absidiada), presentaba los muros de la cella en adobe, apoyados sobre
una plataforma de piedra en la que quedaban trazas del apoyo de las columnas de
madera del peristilo. La cella aún tenía dos naves y presentaba un profundo opistodomos en la
parte posterior. Sus paredes externas estaban decoradas por un friso sobre
lajas de terracota pintadas.
Para el diseño recurrieron a los elementos
decorativos constructivos específicos de distintos órdenes arquitectónicos, diferenciando inicialmente entre
el dórico y el jónico, a los que
desde finales del siglo
III a. C. se unió el corintio. Se desarrolló
una multitud de diferentes opciones de diseño, que se combinaban con los nuevos
órdenes arquitectónicos. A partir de siglo III a. C. decayó la
construcción de grandes templos, con un breve florecimiento a finales del siglo
II a. C. para sucumbir casi completamente en el
transcurso del siglo
I a. C. Se volvió a acometer solo tareas menores de
construcción, renovación de templos más antiguos o continuación para su
finalización.
Los templos solían ser promovidos y financiados por
las ciudades y por las administraciones de los santuarios, pero también algunos
particulares, la mayoría de gobernantes helenísticos, los construyeron y
poseyeron. Con el agotamiento de las fuentes de financiación del helenismo
tardío y la incorporación de la cultura griega al Imperio
romano,
los funcionarios de la administración y los gobernantes aparecieron como nuevos
clientes y finalizó la construcción de templos griegos. El resultado fueron los
edificios que ahora forman parte de la arquitectura romana, que sirvieron a otros fines y
tuvieron formas más desarrolladas.
A medida que los griegos se hicieron más adeptos a
los edificios monumentales, los estilos arquitectónicos regionales cuajaron en
los diversos órdenes hoy conocidos. El dórico y el jónico son
considerados los estilos clásicos. El orden
corintio se añade en el siglo V a.
C. y
el capitel compuesto aparece durante el períoco
helenístico.2
Orígenes y su evolución[·
El templo dórico es el prototipo de templo griego.
Después de un largo período de desarrollo en los períodos geométrico y
orientalizante, el templo dórico aparece en su forma canónica en el siglo VII
a. C. y
se difundió por todo el mundo griego en los siglos siguientes. Sus dimensiones
y proporciones son, en general, equilibradas y armoniosas. El origen se
encuentra en las construcciones en madera, que lapiedra pretende
imitar.2 Por
ejemplo los triglifos parecen derivar de la cabecera de las vigas de la
cubierta, mientras que las metopas no serían
otra cosa que la evolución de los paños de cierre entre una viga y la otra.
Esto quedaría confirmado incluso por la posición de los triglifos, puestos en
en el eje de cada columna y de ahí que sea lógico desde el punto de
vista estructural; así como las gotas situadas por debajo de los triglifos, no
representarían otra cosa que las cabezas de los clavos originales.
Los orígenes del orden dórico en la arquitectura de
madera están también confirmados por fuentes literarias como Vitruvio y Plutarco, que cuando
describe el antiguo templo de Hera en Olimpia menciona
aún columnas de madera, que fueron progresivamente sustituidas por columnas en
mármol.
Uno de los primeros templos, que se encuentra entre
el período arcaico y el clásico del arte griego, es el templo de
Afea,
uno de los tres templos del triángulo sagrado del Partenón, Sunión y Afea en Egina. Data del final del siglo VI a.
C. o
principios del V a. C. El templodedicado
a Poseidón en el cabo Sunión, se erigió
sobre las ruinas de un templo que se remontaba al período arcaico; fue
construido en 444-440 a. C..
Características del
templo dórico[editar ·
El templo griego: una arquitectura donde el interior
interactúa con el exterior.
El concepto que está en la base del templo griego, y
que se encuentra de manera particular en el templo dórico, es la relación
existente entre el elemento divino y el humano que continuamente interaccionan.
La religión griega es muy diferente de la oriental (por ejemplo entre losegipcios), donde lo
divino está claramente separado de lo humano, el interior de un templo es el
privilegio de una restringida casta sacerdotal e incluso la arquitectura
resulta imponente y «pesada», propia de una divinidad inalcanzable que se
encuentra en las alturas y todo lo domina. El diferente concepto religioso que tenían
los griegos se descubre en la construcción arquitectónica del templo griego que
es estrechamente funcional en su concepto de relación con lo divino.
El templo griego es construido por el pueblo. Acudía
al templo, participaba en las procesiones que se desarrollaban en el peristilo
del templo en torno a la cella. Así como las
divinidades olímpicas estaban presentes entre los seres humanos e interactuaban
con ellos interfiriendo en sus vicisitudes, del mismo modo el templo es una
construcción que al mismo tiempo está abierta y cerrada, donde el interior
interactúa con el exterior y el exterior con el interior. El peristilo se
encuentra cubierto pero es un lugar abierto al exterior: la luz entra en el
interior del templo, y desde el exterior se captan las sombras y la oscuridad
internas; en este juego un papel fundamental que desempeñan las formas de las
columnas, sus acanaladuras, la relación entre las columnas y los intervalos,
las proporciones generales del edificio.
Los principales elementos arquitectónicos en un
templo dórico
(Agrigento, templo de la Concordia)
(Agrigento, templo de la Concordia)
Orden arquitectónico dórico
La estructura es simple. La planta es rectangular.
La rodea una columnata que sostiene el tejado a dos aguas. Otra columnata, en
el interior, rodea la cella.
Elementos característicos del dórico son:
- la columna (stylos):
- carece de basa, a diferencia de los otros estilos que sí poseen una, apoyándose directamente en elestilóbato;
- es más bien maciza, poco esbelta y se estrecha levemente pero en modo regular (conicidad);
- presenta además un leve abultamiento alrededor de un tercio de la altura llamada éntasis;
- su fuste está formado por bloques cilíndricos superpuestos uno sobre otro llamados tambores, aunque al principio las columnas se construían en un solo bloque (templo de Apolo en Corinto del siglo VI a. C.);3
- tiene entre 16 y 20 estrías con aristas afiladas; estas acanaladuras se ejecutaban sólo después de haber superpuesto los tambores;
- el capitel, en lo alto, está formado por collarino, equino y ábaco cuadrado;2
- el entablamento está formado por tres fajas:
- el arquitrabe, liso, formado por una fila de grandes bloques puestos sin solución de continuidad sobre las columnas;
- el friso decorativo tiene la misma altura y longitud que el arquitrabe; está dividido en paneles llamados metopas, lisas o decoradas, que primitivamente servían para tapar los huecos entre las vigas; las metopas están separadas por triglifos, elementos estriados, que imitan las cabezas de las vigas transversales en las construcciones en madera;2 de los triglifos cuelgan gottae, pequeños elementos decorativos de forma cilíndrica o tronco-cónica;
- la cornisa saliente, con pequeños taquitos o mútulos.2
Restos de estucado sobre las columnas del templo E
en Selinunte.
- la cubierta estaba sostenida por vigas de madera y muestra, tanto en la fachada anterior como en la posterior, frontones triangulares, formados por una cornisa que sobresale y encuadra una superficie muraria triangular llamada tímpano y que solía estar adornado con esculturas; la cornisa está formada por: un elemento horizontal (ghèison horizontale) decorado sobre la superficie inferior tablillas (mutuli) adornadas por filas de guttae; y de otros dos elementos inclunados convergentes con una parte más sobresaliente (ghèison oblicuo o sima) en los cuales se apoyaban las tejas de la cubierta del techo y que estaban recubiertos por terracotas decorativas pintadas.
Ha de recordarse, en fin, que parte integrante del templo
dórico era todo el aparato decorativo. Aunque en general se ha perdido por
completo, en el curso de las excavaciones de los templos siempre se encuentran
numerosos fragmentos o parte de ellos, permitiendo bastante a menudo
identificar así la divinidad que se veneraba allí. El aparato decorativo
consistía en:
- un fino enlucido blanco que cubría toda la arquitectura, desde las columnas hasta el entablamento, y que se pintaba con motivos geométricos de diversos colores (restos de esto se pueden reconocer sobre las columnas del templo E en Selinunte); se usó el azul en los triglifos, el rojo en el fondo de las metopas y planos dorados.3
- las metopas que decoraban el friso, normalmente pintadas (todo perdido), más raramente en relieve (famosas son las del Hereo en la desembocadura del Sele en Paestum, y aquellas de los templos C, D y E de Selinunte) que representaban personajes y episodios míticos referentes a la divinidad venerada en el templo;
- los grupos de estatuas en mármol o bronce colocadas ordenadamente en el interior del frontón, con las esculturas más altas situadas hacia el centro, con otras más pequeñas a los lados y las más diminutas, en los ángulos del frontón;
- las terracotas arquitectónicas (gárgolas como prótomos leoninos, antefijo con gorgonèion, acroteras, kalypter hegemòn, etc.) también pintados con vivos colores, que decoraban los bordes del techo (ghéison) y sus esquinas.
Armonía del templo
Independientemente de la procedencia o de la cultura
de las personas, o de los conocimientos histórico-artísticos que posean, la
vista de un templo dórico se recibe instintivamente por todos como algo
extraordinario y bello; y no sólo por las dimensiones imponentes del templo.
Esta sensación se debe a la armonía intrínseca que posee el orden dórico y que
deriva en gran medida de las dimensiones de sus elementos y de la relación
existente entre las diversas partes arquitectónicas. Hay una búsqueda del
equilibrio proporcionado entre lo vertical y lo horizontal, entre lo lleno y el
vacío.
Entre los espacios llenos y los espacios vacíos en
el templo dórico se crea tal equivalencia a la hora de crear una unidad
estructural que los espacios vacíos adquieren un valor parejo a los ocupados,
convirtiéndose así en elementos arquitectónicos. «Los dos elementos, esto es,
lo lleno y lo vacío, son ahora inescindibles, así como inescindibles son en un
texto musical las notas y los silencios...» (Mario Napoli).
El templo dórico se construye enteramente sobre
el módulo. El módulo es la media del diámetro de la columna
en la base. El módulo puede también ser la medida del intercolumnio, esto es
del espacio existente entre dos columnas en el frente del templo. El módulo se
convierte en el metro sobre el que se construye todo en el templo.
- La altura de la columna es 4 o 5 veces el módulo.
- La columna es 3 veces la altura del entablamento.
- El entablamento es 1/3 de la columna y tiene la misma altura que el frontón.
- El arquitrabe y el friso son cada uno 1/6 de la altura de la columna.
- El frontón tiene la misma altura del entablamento y de la base, y es 1/3 de la altura de la columna.
- La base del templo con las gradas es la mitad del entablamento, esto es, debería ser la misma altura del arquitrabe o del friso.7
- La relación entre longitud y anchura del templo es en general de 1:2 (esto es la largura es el doble de la anchura), alcanzándose de esta manera una mayor armonía allí donde la anchura del frente es de 2/5 de la largura (como en el caso del templo de Neptuno en Paestum).
El orden dórico no es constante. Aunque los principios
esenciales de la armonía se encuentran ínsitos en los templos dóricos más
antiguos, la perfección clásica no pudo alcanzarse sino de manera progresiva
gracias a un continuo ajuste de las incongruencias y a la puntual y sistemática
corrección de los defectos que encontraban. Y esto se encuentra tanto en los
elementos arquitectónicos singulares como en los edificios en su complejo
(véase más abajo «Templos dóricos de la Magna Grecia»).
El problema de la busca de una armonía que se dé
también en las proporciones entre los lados largo y corto de un templo dórico
se encuentra en los ejemplos más antiguos de Selinunte, donde los templos C y F
resultan aún relativamente estrechos y un tanto alargados (el templo C presenta
incluso 6 x 17 columnas).
De esta búsqueda obsesiva de la armonía forman parte
también:
- la conicidad de las columnas, esto es su progresivo estrechamiento hacia lo alto;
- la presencia a lo largo de todo el fuste de acanaladuras con aristas agudas que, creando juegos de luces y de sombras, dan corporeidad a la columna; las acanaladuras - que sugieren los pliegues de un peplum - pueden tener mayor o menor anchura, de ahí que el número aumente o disminuya, creando así efectos diversos;
- el éntasis, esto es, el leve abombamiento de la columna a alrededor de 1/3 de su altura es una forma de enfatizar su función estructural, como si se deformase visiblemente bajo el peso de la estructura arquitectónica;
- los continuos y diversos intentos emprendidos en el curso de los siglos y en los diversos lugares para resolver el problema de la posición del triglifo angular respecto a la columna.
Correcciones ópticas[
Deformaciones arquitectónicas sobre estilóbato y el
entablamento para obtener las correspondientes correcciones ópticas.
Aún cuando en plena época clásica se alcanzó la
perfección en la arquitectura del templo dórico, la sola precisión matemática
aplicada a los elementos arquitectónicos no bastó a los griegos, que tenían en
gran consideración la perfección visual del templo, para lo cual aplicaron una
serie de imperceptibles correcciones ópticas para que resultara perfecta no
sólo la arquitectura sino también el aspecto de la misma.
Estas correcciones ópticas que se descubren al medir
los elementos arquitectónicos son:3
- éntasis de las columnas, con lo que se aminora el efecto de concavidad de las columnas de lados rectos.
- desigual distancia de los intercolumnios, siendo mayor entre las columnas de entrada a la cella, y más reducida en las columnas laterales.
- curvaturas del entablamento y del estilóbato hacia arriba, para evitar el efecto de pandeo, de vencimiento por el centro.
- inclinación de las columnas hacia adentro para impedir la sensación de caída y crear el llamado efecto piramidal.
- mayor anchura de las columnas de los ángulos, anulando cualquier presión de debilidad en ese punto.
En Segesta, un templo dórico incompleto.
Catedral de Siracusa (interior, nave derecha)
Este modelo de templo dórico se encuentra no sólo en
la Grecia continental y sus islas sino que, cuando la colonización griega se extendió hacia el Oeste,
llegó a la Magna Grecia.
Entre los templos dóricos que se pueden encontrar en
la Italia meridional cabe citar el templo de
Deméter, la basílica o templo de Hera (h. 550 a. C.) y el templo de
Poseidón en Paestum. En
concreto, el templo de Hera, llamado «Basílica», es de los más antiguos y
presenta rasgos arcaizantes: una cella con dos naves, un número impar de
columnas en el frente, éntasis y una conicidad muy acentuadas en las columnas y
capiteles muy aplanados. La evolución del templo dórico se puede seguir en
Paestum comparando sobre todo la forma de los capiteles de los templos llamados
«Basílica», «de Deméter» o «Ceres» y «de Hera», llamado «de Neptuno», además de
la forma de sus columnas y la planta de los templos. Los de Paestum son los
templos dóricos mejor conservados, especialmente los llamados «de Neptuno» y
«de Ceres». Este último, además, presenta una peculiaridad estilística:
su peristilo es dórico, mientras que en el interior las
columnas del pronaos son ya de estilo
jónico.
En Sicilia se
encuentra el templo de Apolo en Ortigia, uno de
los más antiguos, como revelan las columnas monolíticas. En la isla destaca el
conjunto del Valle de los Templos (Agrigento) donde se
encuentran los templos de mayores dimensiones. El templo de Zeus Olímpico tiene 113
x 56 m, con columnas de 14 a 19 metros de alto, de 4,30 m de diámetro. En el
Valle de los Templos se encuentra también el templo F o el llamado de la Concordia (h. 430 a.
C.), uno de los templos clásicos griegos mejor conservados, manteniendo casi
todo el peristilo y elentablamento; destacan
también el de Hera y el de Hércules.
Además, hay templos en Selinunte:
destacan el templo E (siglo V a. C.) dedicado a Hera y el templo G. Este último
es de grandes dimensiones: 113 x 54 m, con columnas de 16 metros de alto y 3,40
de diámetro y, además, al prolongarse su construcción durante 120 años,
presenta un dórico arcaico en la fachada oriental, mientras que hacia el oeste
es un dórico clásico.
También hay restos en Segesta. Allí se
encuentra el «templo inacabado» (h. 430 a. C.), un pseudo-templo dórico
(incompleto), donde las columnas no presentan acanaladuras y en el interior del
templo no hay ninguna cella, mientras los bloques del basamento presentan aún
las protuberancias que servían para su elevación y puesta en obra.
Ejemplos de templos dóricos transformados en
iglesias cristianas, son reconocibles en el interior de la catedral de Siracusa (templo de Atenea) y en la
fachada de la catedral de Gela.
Se pueden contemplar templos dóricos reducidos a
imponentes cúmulos de ruinas en Selinunte y Agrigento, destruidos por
los cartagineses (409-406 a. C.) o por terremotos sufridos
en época bizantina (siglos VI a IX).
El estilo dórico alcanza su plenitud en el Partenón situado en
la acrópolis de Atenas, «creación cimera de la historia
de la arquitectura».3 Es el
ejemplo más importante de edificio dedicado a templo en orden dórico, aunque
con proporciones que se acercan al jónico. Está dedicado a la diosa Atenea y puede
considerarse el templo griego más conocido. A pesar de sus enormes dimensiones,
tiene las proporciones perfectas de la correspondencia entre las diversas partes
y el todo. El equilibrio y las relaciones modulares que constituyen la geometría de base no
son aplicadas rígidamente, sino que se encuentran también diversas correcciones
ópticas en las columnas y en el estilóbato.
Sus fiestas se celebraban en él y a su alrededor
cada año. El Partenón influyó fuertemente sobre la arquitectura romana. Después
de que los romanos conquistasen Grecia, muchos turistas del país vencedor
fueron a ver los templos griegos, y el Partenón pronto se convirtió en uno de
los destinos turísticos más populares de Grecia.
Bajo la acrópolis de Atenas se encuentra el templo de
Hefesto, conocido durante mucho tiempo como «Templo de
Teseo» (449-444 a. C.), el templo griego mejor conservado desde la
antigüedad. ç
Templo jónico
Orden arquitectónico jónico.
La aparición del templo jónico, el más antiguo de
los cuales parece que fue el Hereo de Samos,
se puede datar en torno a la mitad del siglo VI a.
C.Es
originario de Asia Menor.2 Además de
la forma, más ligera y fina que la del templo dórico, se caracteriza por
algunos elementos innovadores:
- la columna es más esbelta y fina que la dórica, tiene basa, formada por dos toros separados por una gola o escocia;2 tiene numerosas estrías y aristas descantilladas.
- el capitel, inspirado por modelos eólicos, está formado por un elemento que se enrosca formando volutas en espiral, encuadrando el equino, y elábaco es más fino.2
- el arquitrabe está subdividido horizontalmente en tres fajas (platabandas), cada una de ellas sobresale hacia el exterior respecto a la inferior, y está coronada en lo alto por molduras.
- el entablamento tiene un friso corrido de decoración continua y esculpido con bajorrelieves.
- la cornisa: decorada con formas recortadas.
Ejemplos de los templos jónicos, testimoniados sobre
todo en las ciudades griegas de Asia Menor, son el Templo de Atenea Niké sobre la Acrópolis, el templo de Artemisa en Éfeso, el de Atenea
Políade en Priene, y el
gigantesco templo de Apolo en Dídima, cerca de Mileto, de época helenística.
Templo corintio
Orden arquitectónico corintio.
La estructura del templo corintio no es distinto del
jónico, salvo por el capitel, decorado
con hojas de acanto, y también por
la base de la columna, diferente de la jónica. El capitel está formado
por dos cuerpos, el inferior con doble fila de hojas de acanto y unos
caulículos o tallitos que surgen entre estas hojas y se enroscan en los ángulos
y centros. El ábaco es curvo y más fino.2 La leyenda dice que
el escultor griego Calímaco se
inspiró casualmente en un cesto que encontró cerca de una tumba. El cesto,
dejado por algunos familiares del difunto, estaba cerrado en lo alto de una piedra
cuadrada (una especie de ábaco) y por debajo
de él había crecido una planta de acanto, cuyas hojas florecían en torno al
cesto. La base de las columnas puede ser ulteriormente realzada mediante el uso
de un plinto.
El nuevo follaje del capitel aparece aisladamente ya
a finales del siglo V a.
C. en
el templo de Apolo Epicurio en Bassae
(h. 450 a. C.). En el siglo IV a.
C. encontramos
el corintio adoptado en el tholos de Epidauro y
en el Filipeo de Olimpia. Edificios de
templos enteramente corintios se encuentran sólo en la época helenística y
tendrían una enorme difusión en la arquitectura romana.
El orden compuesto
El orden compuesto, muy tardío, une las hojas de
acanto propias del capitel
corintio con las volutas propias del orden
jónico.2
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